Como ya os comenté en mi entrada anterior, la gran mayoría de empresas pertenecientes a la industria cosmética realiza crueles experimentos en animales para testar los productos que posteriormente serán para nuestro consumo. Aunque en la Comunidad Europea está prohibida la experimentación en animales, ya sabemos que muchas compañías que venden sus productos en Europa también lo hacen en otros países como China, donde es obligatorio testar en animales.
Desde que fui consciente de que esto ocurría, reacia a contribuir con un solo Euro (directa o indirectamente) a financiar este tipo de prácticas, empecé a indagar en busca de cosméticos que fueran respetuosos con los animales, y mis primeros pasos en esta búsqueda me condujeron a Lush, la tienda de los aromas embriagadores, el Willy Wonka de los jabones de mil colores, que me sedujo desde el primer momento en que probé sus productos, hasta tal punto que mis amigas empezaron a dudar si realmente cobraba comisión porque no podía hablar de otra cosa que no fuera las maravillas que estaba descubriendo.
He de decir que no fue un amor a primera vista, ya que la primera vez que pisé una tienda Lush, que fue en el Reino Unido hace mas de 10 años, a pesar de no dejarme indiferente (principalmente porque desde la manzana anterior a donde estaba ubicada la franquicia ya olía a jabón), no me pareció mas que una tienda de jabones artesanales de precio elevado. "¿Por qué iba a querer comprarme un jabón tan caro? Si a mi siempre me ha gustado el gel de manos, además el olor puede llegar a resultar hasta empalagoso."
¿Quién me iba a decir a mi que muchos años después estaría alabando sus grandezas?¿Qué iba a saber yo entonces de la experimentación animal? ¿Qué sentido podía tener para mi en aquel entonces comprar una pastilla de jabón para lavarme el pelo? Con lo cómodo que es usar un champú líquido ... ¿Quién se iba a imaginar que los productos de higiene corporal llevan una gran cantidad de ingredientes nocivos para nuestra salud? ¿Quién había escuchado ya la palabra parabenos?
Pues bien, Lush no es simplemente una tienda de jabones, aunque la primera impresión pueda parecer esa ya que una gran mayoría de sus productos sí que son en formato sólido. Sin embargo, en sus tiendas podemos encontrar desde bombas de baño, champús o desodorantes hasta pasta de dientes.
Lush es una franquicia británica que se sustenta en tres pilares fundamentales: la protección de los animales, la conservación del medio ambiente y la defensa de los derechos humanos, y apoya a diferentes asociaciones como animanaturalis, sos galgos, ecoherencia o círculo cooperación entre otras. Su política es no comprar materias primas a ninguna empresa que teste en animales de cualquier forma o para cualquier propósito. Incluso tienen en cuenta la estructura corporativa de la empresa de la que adquieren los productos, para asegurarse que no está económicamente vinculada a otra empresa que realice testados por encargo o gestione testados en animales.
El 70% de los productos de Lush están elaborados con ingredientes auto-conservantes, de ahí que la gran mayoría de esos productos sean sólidos, ya que las bacterias requieren agua para crecer y multiplicarse.
Sin embargo, y aquí viene la parte que menos me gusta de Lush, el PERO con mayúsculas, el 30% restante de sus productos utilizan cantidades mínimas de conservantes sintéticos como metilparabeno, propilparabeno, fenoxietanol y alcohol bencílico para prolongar el periodo de conservación de los productos no sólidos, así como SLS (lauril sulfato de sodio) para crear espuma en los champús.
Como ya sabemos, los parabenos son unos conservantes con muy mala reputación últimamente ,y muy utilizados desde hace muchos años en la industria cosmética, ya que son incoloros, inodoros y sobre todo baratos, y poseen un gran poder anti-microbiano. Cargan con su mala fama desde el 2004, cuando se publicó un estudio que los relacionaba con el cáncer de mama. No obstante, ya que se carece de pruebas concluyentes que demuestren que son nocivos para la salud, las autoridades sanitarias europeas aprueban su uso en bajas dosis porque los consideran seguros, ya que el organismo humano es capaz de metabolizarlos y eliminarlos. La normativa actual de la UE permite una concentración de 0,4% de metilparabeno y un 0,19% de propilparabeno, mientras que Lush utiliza solamente la mitad y tiene como objetivo a largo plazo eliminarlos totalmente.
Por otro lado, el SLS se ha relacionado con el cáncer, la neurotoxicidad, la toxicidad en los órganos, la irritación de la piel y el trastorno endocrino. Aunque normalmente procede del coco, se procesa añadiendo ácido sulfúrico (procedente del petróleo) y se neutraliza con carbonato sódico. Por tanto aunque la materia prima sea natural, se fabrica mediante un proceso químico. Del proceso químico de la sulfatación se derivan ocasionalmente las llamadas nitrosaminas, el 90% de las cuales se consideran cancerígenas.
Con eso y con todo, cabe decir que la mayoría de productos cosméticos y de higiene que se utilizan cada día no solo llevan estos compuestos sino otros incluso peores. Por tanto, teniendo esto en cuenta, y sabiendo que tan solo en 30% de los productos de Lush llevan en cantidades mínimas esos ingredientes sintéticos, considero que su compra es una de las mejores opciones que tenemos en el mercado. Es cierto que con el paso del tiempo, y mucha búsqueda y paciencia, he ido encontrando opciones aún mejores, que ya os iré desvelando en mis siguientes posts, pero sigo siendo fan de muchos de los productos de Lush, y reconozco que a pesar de haberle declarado la guerra a los productos químicos en la cosmética, hay al menos un par de productos suyos que sigo utilizando a pesar de ser consciente de que llevan parabenos.
En la página web de Lush (www.lush.es), que es donde yo suelo realizar los pedidos ya que no hay tienda física en mi ciudad, podéis encontrar mucha información sobre sus productos y los ingredientes que utilizan para elaborarlos, como podéis ver en la siguiente imagen. Los ingredientes naturales están escritos en verde mientras que los sintéticos están escritos en negro, por lo que podéis estar seguros de elegir un productos con ingredientes que solo sean naturales si así lo deseáis.
La página funciona muy bien y enseguida tienes en casa los productos. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Para mi el mayor inconveniente de comprar en la página es que no puedes oler los productos, que es una de las mayores gozadas de ir a la tienda física. Por otro lado, los gastos de envío son un poco elevados (4,95€). Entre las cosas buenas es que la página tiene un chat, y una asistente te atiende en línea para decirte que tipo de producto es el que mas te conviene según tu tipo de piel o de cabello. Otra cosa que me encanta es que con tu pedido siempre te mandan muestras, habitualmente tres, aunque en la tienda física también suelen darte. Al finalizar tu pedido te dan a elegir entre varias muestras y tú las eliges. También puedes añadir un comentario sobre tu pedido. En mi caso, cuando las muestras que me han ofrecido no me han interesado y sin embargo había productos que tenía ganas de probar pero no me atrevía a comprarlos por Internet por si no me gustaba el aroma, les he pedido en los comentarios si en lugar de las muestras que me ofrecían podían mandarme las que yo quería probar y casi siempre me las han mandado. ¡Algunas muestras te pueden durar semanas!
Y bueno, no podía finalizar la entrada sin hablaros de mis productos favoritos, los que he repetido más de una vez y que seguramente siga usando.
Desde que lo probé no uso otro champú, y no me atrevo a cambiar a pesar de que lleva algo de parabenos. El verano pasado se me aclaró mucho el pelo con el sol, y al llegar septiembre, para que no se fueran notando las raíces empecé a usar un spray de camomila para mantener el rubio. Tenía miedo de que se me pusiera el pelo anaranjado y entonces descubrí este champú, que matiza el tono y queda precioso. Da muchísimo brillo en el pelo y aunque está indicado para cabellos rubios o con canas, conozco gente con el cabello oscuro que también lo usa que está encantada. Lo mejor de todo su aroma a violetas (los famosos caramelos), y que te puede durar el perfume hasta dos días casi.
Como podéis ver en la descripción es un gel exfoliante y también sirve de champú. Yo lo recomiendo como gel de ducha porque como champú, como no te aclares muy bien, te quedan granitos de sal en el pelo y parece que tienes caspa. Huele de maravilla y es genial para exfoliar la piel. No hay problema en usarlo frecuentemente, si luego te hidratas la piel al salir, aunque la piel se queda muy suave.
Este champú sirve tanto si se te cae el pelo como si tu cuero cabelludo es sensible, pero si no tienes ninguno de estos problemas también te gustará. Se queda el pelo muy brillante y tiene un aroma a canela espectacular, además hace mucha espuma enseguida.
"La tetilla de Madonna", como a mi me gusta llamarle, es una barrita de masaje, aunque a mi me gusta usarla como si fuera una crema hidratante. Basta con pasarla por la piel y se te queda muy hidratada y lo mejor su olor a naranja. Para verano es ideal porque lleva un poquito de brillantina y así realza el moreno, aunque es casi inapreciable, y teniendo en cuenta que es el único ingrediente sintético que lleva, yo personalmente la eliminaría.
Mi último descubrimiento, este perfume. Si te gustan los aromas cítricos te encantará. La última vez que estuve en una tienda Lush, preguntando por "la tetilla de Madonna", me dijo la chica que me atendió que si me gustaba el olor a naranja me encantaría este perfume y efectivamente me encantó. Huele a corteza de naranja recién pelada. Lo malo su precio, que un frasquito diminuto vale casi 15€.
Mi desodorante de invierno favorito... Y digo de invierno porque en verano me abandona, pero para eso está T'eo, mi segundo desodorante favorito de Lush. La textura de Aromaco es como si fuera un jabón de las manos, muy suave cuando lo pasas por la axila y el olor es a limpio. La mayoría de mis amigas que lo han probado están encantadas. Si compras una pastilla puedes cortarla sin dificultad en trozos mas pequeñitos perfectamente con un cuchillo, se corta como si fuera mantequilla, para llevar en el bolso o en la mochila del gimnasio. A mi la primera me gustó tanto que partía pedacitos para que la probaran mis amigas.
Por otro lado T'eo es un desodorante como si fueran polvos prensados, bastante mas seco por lo que absorbe muy bien la humedad en verano y huele a limón.
Estos son solo algunos de los productos que podéis encontrar en Lush y que personalmente me han encantado, pero tienen una gama mucho mas amplia que os animo a descubrir. Si finalmente os animáis a probar los productos de Lush, os aconsejo que vayáis a la tienda mas cercana o visitéis su página web para encontrar los productos que más se ajusten a vuestras preferencias. Espero que os gusten tanto como a mi.